Las prácticas docentes corresponden a un momento formativo único que conjuga el desempeño situado de las competencias disciplinares, comprendiendo cuatro tareas encomendadas al estudiante: Observar, Colaborar, Planificar y Reflexionar (Barba-Martín et al., 2020). Por su naturaleza, estos espacios formativos ofrecen una paleta de oportunidades, destacándose la particular valoración dada por parte de los estudiantes de educación para la primera infancia. Estos les atribuyen una oportunidad única de reflexión, sensibilización y apropiación de su identidad profesional (Jiménez-Quintero, 2020), así como reafirmación de su vocación y experimentación constante (Saldaña y González, 2022).El Departamento de educación parvularia posee un Modelo de Eje de prácticas, en el cual se entregan las herramientas necesarias para involucrarse de manera temprana y progresiva a la realidad educativa. el siguiente cuadro sinóptico presenta sus principales componentes (Manual de Prácticas, 2019, p.3):