„(…) cuando el silencio es intencional, voluntario y mediado por la práctica, la experiencia del sujeto es expandida, dando lugar a nuevas profundidades vivenciales (..)“.
(Lería Dulčić, 2021, p. 2).
La comunidad educativa se ha mostrado esquiva al concepto de silencio. Sin embargo, la evidencia ha mostrado que cuando es intencional, voluntario y mediado por la práctica diaria, ofrece vastas posibilidades educativas desde la más temprana edad.
La práctica del silencio suele implicar algunas preparaciones e inducciones (por ejemplo: relajación progresiva, respiración contada, escaneo corporal, imágenes guiadas, movimientos abarcados y otros); mantener el sentimiento/estado alcanzado; y en algunos casos, expresar o compartir la experiencia. (verbalmente, a través del arte o acciones expresivas similares). A menudo se practica en grupos diariamente o semanalmente, pero más a menudo como parte de actividades dentro de un período definido. Ha sido la orientación contemplativa ha sido quien intentó formular consistente y sistemáticamente la práctica del silencio y desarrollo de la atención para entornos educativos (WEARE, 2019; WATERS et otros, 2014).
Mas información en:
Lería Dulčić, F. J. (2021). La práctica del silencio como una herramienta educativa: directrices para la educación basada en competencias. Educação e Pesquisa, 47(e224651), 1-18. https://doi.org/10.1590/S1678-4634202147224651
Link: https://www.scielo.br/j/ep/a/zttHtvVMDQxHcgCvLG4J3sk/?lang=es